Perspectiva

Porque Perespectiva no es un grupo de personas , sino la palabra misma.

Pero si miento que me den sangre de ardilla blanca, y que las nubes se congreguen en el cuenco de mi mano mientras pelo una manzana.

Pez soluble, manifiesto surrealista..

miércoles, 19 de septiembre de 2007

No dualidad: Espíritu y psicología, rumbo a una perspectiva integral

“Las cosas que pueden ser vistas son placenteras y dolorosas,
afortunadas o tristes, gozosas o temibles, sanas o enfermas,
pero el vidente de todas esas cosas no es ni afortunado ni triste,
gozoso ni temible, sano ni enfermo, sino sencillamente Libre”.

Ken Wilber

Es breve el espacio y muchas los argumentos para desarrollar el tema de una perspectiva no dual como una aportación terapéutica para la Psicología. El tema es por demás amplio, así que intentaré sólo abordar generalidades que nos ayuden como referentes para profundizar en un futuro sobre este tema.

En estos tiempos de abundantes teorías, de métodos terapéuticos dudosos, del New Age, de corrientes esotéricas inciertas y de un sin fin de métodos de intervención de sanación del alma, la psique y la mente humana, es importante entender qué es la No Dualidad y cuáles son sus alcances reales. Me parece increíble que muchas veces con un total desconocimiento de la materia, el mundo académico siga considerando a la perspectiva no dualista como un medio terapéutico inútil e imposible de lograr. Algunos todavía lo imaginan como una regresión infantil narcisista o un estado psicótico. Brevemente tendremos que definir lo qué es la No Dualidad para con ello entender sus fines, si es que hay alguno lógico.

¿Qué es la No Dualidad? Yin y yang, blanco y negro, alto y bajo, bueno y malo, sufrimiento e iluminación, cada parte es complemento de la otra sin la que no podría existir por si sola. Pero para entender la perspectiva no dualista tenemos que hacer a un lado las categorías del conocimiento lingüístico-racional. El conocimiento no dual es un conocimiento meramente experimental, es decir, una vivencia que está más allá de los conceptos convencionales. De ninguna forma esto quiere decir que el lenguaje y el intelecto sean innecesarios, ya que concluirlo de esa forma sólo reforzaría la visión dualista que intentamos transformar.

Pero a su vez al hablar de lenguaje nos referimos al pensamiento que escinde la realidad en dos partes: puro e impuro, bueno o malo, etc. Esta división de la realidad no hace más que alejarnos de la realidad en toda su expresión, en su pureza absoluta. David Loy concluye al respecto:

“…El hecho es que las categorías dualistas del pensamiento constituyen un entramado conceptual que, de manera tan persistente como inconsciente, superponemos a nuestra experiencia inmediata de la realidad y terminamos distorsionando nuestras percepciones”.1

Es importante aclarar que el lenguaje es una herramienta funcional que permite las actividades colectivas y culturales, la comunicación humana, así como la expresión verbal de emociones e ideas (como lo es este ensayo, por ejemplo).

En realidad el lenguaje y la No Dualidad (ND) son lo mismo, no hay separación entre ellos porque ambos son complementos de una misma totalidad. Aquí se trata tanto de no rechazar los pensamientos derivados del lenguaje como de no estar aferrados a ellos.
Para concluir esta parte, afirmo que la ND “tiene como meta” el conocimiento del fenómeno, interno o externo, con una conciencia plena de los pensamientos, emociones, sensaciones y objetos que lo envuelven pero que no lo definen en su esencia. La ND es un conocimiento que está más allá de lo convencional, permitiendo acercarnos a nuestra naturaleza cambiante e ilógica, pues no hay conceptos lingüísticos que la sostengan.

Actualmente, y bajo el previo acuerdo en el cual no ahondaré en este momento por motivos de espacio de que los seres humanos no nos desarrollamos únicamente en un campo y que más bien nos desarrollamos en varios campos interdependientes al mismo tiempo: cuerpo, mente y espíritu; lo social, lo cultural, lo intencional y lo conductual; arte, moral y ciencia; la Psicología enfrenta el reto de integrar una nueva perspectiva, reto que ya se ha trabajado desde hace algunas décadas en algunos países del mundo con investigaciones serias y reveladoras. Esta perspectiva no dualista no tiene la intención de dividir a las diferentes escuelas, sino muy por el contrario, intenta que todos estos campos relacionados a la mente humana construyan una Psicología Integral (para una referencia inmediata revisar el Módelo de Ken Wilber en Psicología Integral, 1986).

Ahora bien, ¿cuáles son las aportaciones de la una visión no dualista de la Psicología como otro nivel de desarrollo y sanación? Primero que nada está el campo de la salud, donde la Psicología no puede permanecer ajena. Como ya lo ha demostrado la ciencia moderna, la enfermedad está íntimamente relacionada con la forma en que el individuo vive la enfermedad. La enfermedad, como la vejez y la muerte, son inevitables. Algún día, tarde o temprano, grave o superficial, duradero o súbito, hemos de enfermar. La enfermedad es una condición del estar vivos y la salud permanente es sólo un sueño inalcanzable. En si misma la separación enfermedad y salud representa ya un concepto dualista. Obviamente, y para evitar aquí un mal entendido dialéctico, esto no quiere decir que no cuidemos de nuestro cuerpo y nuestra salud, sino que dejemos de estar aferrados a una idea vana de salud imperecedera (concepto que la cultura actual de consumo nos quiere hacer creer, casi considerando a la muerte y la vejez como un mal que debemos erradicar a como dé lugar).

Esto último tiene un estrecho vínculo con el dualismo cartesiano de la mente y el cuerpo que, desde mi punto de vista, se debería cuestionar dentro de las escuelas y universidades, especialmente en las áreas de la Biología, la Salud y las Ciencias Humanas y Sociales, como lo son la Medicina, la Psiquiatría, la Nutrición, la Sociología y la Psicología, entre otras. Desgraciadamente esto no ha ocurrido, pero los tiempos comienzan a cambiar poco a poco dando pie a nuevas perspectivas.

En resumen, la No Dualidad aplicada a la Psicología de la salud, no fomenta exclusivamente una forma de vivir en plenitud la enfermedad, sino que es a fin de cuentas una posibilidad insuperable para curar el espíritu. Recordaré que son los pensamientos mismos sobre la enfermedad los que nos hacen sufrir, no el dolor en si mismo.

En segundo lugar, está el campo de aplicación psicoterapéutica de la ND. Las emociones, los sentimientos y la manera en que los manejamos son particularidades que nos definen como individuos. Y no hablo exclusivamente de Inteligencia emocional, sino también del desarrollo individual, porque aprender a reconocer lo que surge en nuestro interior y la forma en que se manifiesta es una capacidad que permite reconocer nuestras cualidades y defectos y en su caso definir hacia dónde podemos dirigirnos. La ND permite adentrarse incondicionalmente en las emociones, pensamientos y sentimientos observándolos como algo que se transforma a cada segundo, por tanto, un algo perecedero, pasajero e indefinible. Al observar las emociones sin categorizarlas, al estar junto a ellas sin ponerles etiquetas de “malo” o “bueno”, nos permitimos ser nosotros mismos y reconocer la insustancialidad de los pensamientos, del miedo, del coraje, la aversión y de todo aquello con lo que nos identificamos.

Por otro lado la experiencia no dual permite evitar las reacciones (flujo inconsciente por el que normalmente somos arrastrados) y advertir otras opciones con las cuales podemos actuar, o mejor dicho, responder (acción con plena conciencia). Al dominar la mente con mucha constancia y práctica ya no somos arrastrados por las emociones, sólo las observamos en su manifestación más pura mientras nos hacemos dueños de nuestros actos, rompiendo así con las tendencias autodestructivas.

Y ahora bien, ¿cómo se desarrolla la ND? La única forma que conozco es a través de la meditación no conceptual, como son: meditación vipássana, meditación zen, el kundalini yoga, las técnicas sufís y el hesicasmo cristiano.

La Neurociencia junto con la Psiquiatría y la Psicología desmienten errores de perspectiva en cuanto a la utilidad de las prácticas de meditación no conceptual. Más bien el campo de la salud se ha visto enormemente beneficiado de estas prácticas meditativas que fomentan la relajación del cuerpo-mente, reduciendo el estrés causado por la vida cotidiana y las múltiples interpretaciones del pensamiento dualista. (Checar por ej. los resultados arrojados en la Universidad de Massachussets con el Programa de Reducción de Estrés, que incorporo la meditación vipássana dirigido por Jon Kabbat Zinn, 1990. Y también están los estudios recopilados por Robert Thurman, Daniel Goleman, Herbert Benson, entre otros, en el libro CienciaMente, 1998).

En síntesis, la ND es una experiencia que permite a la Psicología actual dotarse de una herramienta terapéutica sumamente poderosa que nos ayuda apaciguar los prejuicios y actitudes negativas.

Desafortunadamente, también existe un sin fin de terapias pseudo-orientales que terminan por volver fanáticos a los pacientes desorientándolos más que aterrizarlos en la tierra. El tema es delicado en este sentido. No obstante quiero recalcar (y aquí me aproximo al psicólogo John Welwood) que el falso gurú o maestro espiritual muchas veces ni siquiera se ha sometido a una disciplina previa importante que pueda respaldar su enseñanza y que quizá sea incorrecta en muchos planos, manifestándose como una expresión de un ego engolosinado y enfermizo en logros superficiales que nada tienen que ver con la ND. Aquí hay que ser cuidadosos y confiar en nuestra intuición, sentido común, autoconfianza y conciencia crítica.

La perspectiva de una nueva Psicología debe ya mirar a nuevos horizontes que no sólo considere un campo de acción social ni la sensación de identidad fija, sino un campo de acción integral, donde se de cabida a diversas corrientes o escuelas que ocupan su respectivo lugar: gestalt, psicoanálisis, humanismo, psiquiatría, terapias corporales, neurociencia, medicina, practicas meditativas, entre muchas algunas otras.

Es triste ver la resistencia de muchos en el campo de la Psicología y la Filosofía, porque la práctica meditativa no sólo abre los posibilidades del ser humano como paciente, sino que a su vez abre la perspectiva del terapeuta y de la gente que hace trabajo comunitario y social, concediéndonos estar cabalmente presentes, escuchando cada detalle.

Para finalizar, la meditación no conceptual es cierto que es un campo en el proceso de sanación psicológica y espiritual, pero también en algunos casos psiquiátricos graves no puede ser abiertamente recomendada. Por esto mismo es determinante que médicos, psiquiatras y psicólogos tengan conocimiento práctico de ella. En este sentido se debe trabajar juntos para construir una terapia integral y olvidar la cerrazón dogmática y doctrinaria de muchos terapeutas del campo de la salud.


Bibliografía recomendada:
-Vivir con plenitud las crisis, Jon Kabat.Zinn, Editorial Kairós, Barcelona, 2004.
-CienciaMente, Goleman, Benson, Dalai Lama, Thurman, Gardner; José j. Olañeta Editor, Barcelona, 1998.
-No Dualidad, David Loy, Kairós, Barcelona, 2000.
-Psicología Integral, Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2004.
-El Ojo del Espíritu, Ken Wilber, Kairós, Barcelona, 2001.
-Psicología del Despertar, John Welwood, Kairós, Barcelona, 2002.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por la confianza para publicar mi ensayo.
Suerte en este proyecto
Saludos